Son las 4am de la madrugada, aunque Isabella siente que sus ojos le arden por el sueño que tiene atrasado, no quiere bajar la guardia
Isabella a estado sentada, parada, camina de un lado a otro, llora, le pide a Dios, siente la desesperación de salir corriendo y ver a su bebé cómo está.
Pero lastimosamente no han dado noticias que calmen el corazón dolido de Isabella
—Isa, vamos y tomas café— dijo Andrea que a estado con ella, una buena amiga de gran ayuda en estos momentos
—no, de verdad.... Si me voy y vienen a darme información, necesito estar aquí
—tú lo que necesitas es un pequeño respiro, vamos a la cafetería. No vamos a estar muy lejos— pide Andrea, Isabella suspira y acepta ir con su amiga
Estando en la cafetería, ambas se sientan para tomar su café
Isabella suspira —Andrea, siento que el mundo se pone en mi contra cada vez más, a veces me preguntó si seré buena madre con Emanuel, no entiendo por que él tiene que sufrir tanto.... No es justo
—e aprendido que Dios le da ba