NARRADOR
Faltando apenas dos días para la boda y con los preparativos listos para que sucediera, Ángela pudo al fin relajarse. Tenía sus maletas listas y también había escogido la lencería para su noche de bodas. Dylan se sorprendería cuando viera como se había vestido para él. Ella decidió ir a su apartamento para sorprenderlo y pasar la noche juntos.
No habían tenido intimidad en varios días y realmente sentía el estrés corriendo por sus venas. Necesitaba relajarse, estar con Dylan y saber que todo estaría bien.
El rosa le fascinaba y había comprado un lindo vestido de ese color, junto a la lencería adecuada para sorprender a su prometido. Siempre se esmeraba por su apariencia y por verse hermosa para los momentos en que estuviesen juntos.
Luego de mirarse al espejo y de empacar un cambio de ropa para el día siguiente, se subió a su automóvil rosado y condujo en dirección al apartamento de Dylan. Ella tenía la copia de la llave, por lo que entró sin tocar. Observó todo en absoluta