De todos los escenarios que Claudia hubiese podido imaginar, aunque ese no era el más loco, era difícil de creer. Sabía que su amiga no mentía. Su conmoción era genuina y no esperaba menos de ella.
-¿Te gustó?- Le preguntó con duda. Tantos años sin dejar que nadie se le acercara y quién lo hacía era su enemigo
-No. Ni le correspondí, solo me quedé inmóvil y luego vine aquí
-¿Qué sucedió para que te bese? Vamos a tomar un té, creo que lo necesitas- Ángela solo asintió
-Debí decirle sobre lo que mis padres hicieron. Sabes que es lo más doloroso para mí y por más que lo intenté, no pude contener el llanto. Fui tan estúpida, si hubiese podido él no me besaba- Ella se había acostumbrado a culparse a si misma siempre
-Te duele, es normal que llores. No es tu culpa lo que haya sucedido después ni tampoco lo ocurrido años antes- Claudia la abrazó y sintió una fragancia masculina en su amiga
-Me abrazó para consolarme y luego me secó las lágrimas y me besó. Estaba demasiado sorprendida, no