Capítulo 65. El primer desmayo
Kaia abrió los ojos y se encontraba acomodada en el pecho de su esposo, con razón sintió que había dormido sobre nubes de algodón. Estaban así tal cual amanecían, abrazados y con las piernas entrelazadas.
De esa manera era que ella se acomodaba para poder dormir bien, el bebé ya estaba creciendo y sin querer Kaia se abrazaba a Vincenzo como si él fuera una reconfortante almohada.
— Hola, dormilona, ¿Cómo te sientes? — Dijo Vincenzo tocándole la punta de la nariz.
Se veía tan adorable, él no se cansaba de admirarla, estaba loco por su esposa y cada día la amaba más.
— Muy bien, no me di cuenta cuando te acostaste a mi lado.
— ¿Te fijas que tienes completa autoridad sobre mí? Me llamaste en sueños y no me pude resistir.
— Yo soy la que estoy a tu merced, tanto así, que estás en mis sueños.
— No sé si tenías una pesadilla, pero vine a comprobar que era lo que pasaba y me llamaste.
— Lo siento tanto, te he sacado de tus obligaciones.
— Estamos bien, terminé hace media hora.
— ¿Qué hora es