Capítulo 61. Consintiendo a su esposa
Vincenzo la llevó a dar un recorrido por los demás lugares de la mansión, ya que había hecho algunos cambios y esperaba que a ella le gustaran, y no se había equivocado, estaba fascinada con una gran habitación que había convertido en una sala de cine.
Luego la llevó a las otras tres habitaciones que iban a ser para los invitados, cada una era más bonita que la otra y por supuesto que Kaia ya estaba deseando poder habitar su casa. Bajaron y llegaron a la cocina, que ya estaba provista de todos los artículos necesarios.
— ¿Nos podemos quedar el día de hoy?
— Por supuesto, yo no me puedo quedar con las ganas de volver a estar contigo en nuestra cama nupcial.
— Estaba pensando lo mismo, tenemos días que no hacemos el amor.
Él se había contenido por muchos días, estaba temeroso de dañar a su esposa y a su bebé, aunque ella le aseguraba que no iba a haber ningún problema.
— Quiero pasar el resto de nuestras vidas aquí haciendo momentos felices para nosotros y nuestros hijos.
Él la miraba c