Capítulo 40. Mucha felicidad
La doctora regresó y le entregó a Vincenzo una receta con las indicaciones para que se surtieran los suplementos prenatales. Unas anotaciones como prevención y la cita para la próxima consulta.
–Los veré en unas tres semanas para empezar a llevar el control del embarazo.
No había forma de describir sus emociones en esos momentos, era una parte de ellos que estaba empezando a crecer en el vientre de Kaia. Con el corazón latiéndole con fuerza, Kaia pensó con ardor que le iban a dar la bienvenida a un nuevo ser. A una pequeña parte de ellos dos.
Vincenzo llevó su mano al vientre aún plano de su mujer, a pesar de que no había cambios externos, sabía que ahí estaba su hijo o hija. Ahora no se iba a querer separar de su esposa, debía tener mucho cuidado de que algo le pasara. Era su responsabilidad mantenerlos con bien.
–Vamos, iremos a la oficina, se me ha ocurrido una idea.
Estaban caminando sobre nubes de algodón, la felicidad se les notaba en sus ojos y es sus sonrisas. A pesar de que n