Me desperté mas temprano que de costumbre ya que tenía mucha hambre, por culpa del estúpido de mi "esposo" no había comido nada en la noche.
Me levanté y sólo me lavé la cara para bajar, cuando llegué a la cocina las empleadas ya estaban ahí pero no les dije nada solo me puse a preparar mi desayuno mientras ellas solo me miraban sorprendidas yo solo les sonreí y les dije que siguieran con lo suyo.
-¿Porque no dejas que lo haga alguien más? - Preguntó James mientras entraba a la cocina.
-Porque para eso tengo manos. - Contesté mientras levantaba mis manos y movía mis dedos.
-Entonces ya que tienes tantas ganas de prepararlo con tus manos, también prepara el desayuno de tu esposo. - Hizo una sonrisa falsa.
-Tú tienes manos. - Dije volviendo a enfocarme en la cocina.
-Tú eres mi esposa y tú lo tienes que hacer. - Soltó parándose junto a mi.
-Soy tu esposa cuando te conviene. - Dije bajo para que las empleadas no escucharan. -Así que no me molestes. - Tomé mi plato y me fui a la sala.
Me