A la mañana siguiente desperté y vi a mi guapo esposo acostado junto a mi. Lo que mas amaba era despertar y ver que él estaba conmigo, a veces me parece irreal que después de tantas cosas que pasaron estemos juntos.
-Buenos días, mi amor. - Dijo con su voz adormecida.
-Buenos días, mi vida. - Respondí acariciando su rostro.
-¿Cómo amaneciste? - Preguntó mostrando su hermosa sonrisa.
-Muy bien y, ¿tú?
-¡Más que bien! - Gritó feliz, lanzándose hacia mi para abrazarme.
-¿Siempre eres así de intenso? - Reí con mi rostro pegado a su pecho.
-Por ti soy y hago de todo. - Me apretó fuerte.
-Me vas asfixiar. - Solté bajito.
-No quiero soltarte nunca. - Dijo con voz de niño pequeño.
-Tengo hambre. - Reí alejándome de él.
-Ni me digas que te cocine porque seguro vas a empezar a decir "vas a quemar la casa” - Hizo una mueca al hablar.
-Eres un chillón. - Dije riendo.
-Pero así me amas. - Me volvió a abrazar.
-Si, si te amo tontito. - Empecé a dejar besos por todo su rostro hasta que él capturó mis