Cristian fitzy narrando:
Ya eran las siete de la noche, Eliza seguía durmiendo en la habitación de invitados.
Bajo a la cocina a prepararme algo de comer, dormí toda la tarde y al despertar pasé un buen rato pensando en el lío en el que se está convirtiendo mi vida.
Está comprometida y tiene un hijo con su prometido... Él parece ser amable con ella, lo que yo no era.
Pero no puedo renunciar a su perdón, incluso si ella no quiere acercarse a mí... No puedo rendirme.
Pero... ¿todavía le gusto?
¿Me ha olvidado por completo?
Gruño con irritación, tomo un tazón y sirvo un poco de cereal, sirvo leche y me siento a comer.
Oigo pasos en las escaleras y veo aparecer a mi querida hermana vestida con mi camiseta.
Eliza apenas llegó a mi casa y fue directo a mi armario a buscar una camisa, se quejaba de que la suya le quedaba apretada.
- Este departamento tiene una energía negativa _ dice sentándose a mi lado y tomando mi cereal.
La miro.
- Deberías dejar de tatuarte _dice con la boca