Marius fitzy es el CEO de la empresa de tecnología fitzy, tiene 28 años y siendo el mayor y teniendo el peso de llevar todas las responsabilidades se ha convertido en una persona seria y responsable. Aunque está muy ocupado suele salir los fines de semana con amigos para divertirse, en una de esas noches termina bebiendo más de lo debido, resultando en no recordar nada al día siguiente. Meses después, una joven se presenta en su empresa con una niña pequeña que dice ser su hija. ¿Cuál será la reacción de Marius ante tal realidad?
Leer másEliza:Cuando llegué al edificio después de salir de la iglesia, me detuve frente a la puerta de mi apartamento y miré hacia la puerta principal. Madison estaba allí, quería hablar con ella... quería verla. Respiro hondo y entro a mi apartamento, miro alrededor de la habitación oscura y vacía, recuerdo las palabras de mis hermanos. Realmente es muy solitario. Subo a mi habitación donde me ducho y me acuesto, mañana no iré al hospital hasta la tarde, tengo toda la mañana libre. Mañana tal vez salga a correr un poco al parque, últimamente solo estoy viviendo del trabajo a casa, no estoy haciendo nada para divertirme o distraer mi mente. Con estos pensamientos terminé durmiendo, estaba exhausto.[...]A la mañana siguiente me desperté sobre las diez y media de la mañana y decidí ponerme algo de ropa de running y correr un poco. Salió de mi departamento al mismo tiempo que también se abrió la puerta del departamento principal. Pensé que era Madison, pero era Sophia. Malu debe est
A la mañana siguiente me levanté muy temprano y me preparé para ir a trabajar, como me daba pereza cocinar, decidí pasarme por una cafetería o snack bar a comer algo. Cuando salí de mi apartamento encontré a Malu parado frente a mi puerta, recogiendo algunas de sus figuritas que estaban esparcidas por el suelo. — Hola Malú. — digo al verla mirarme y sonreír. — Hola tía, ¿puedes ayudarme a armarlo? — ella pregunta. — Mamá dijo que ya llegamos tarde, solo fue a buscar algo que olvidó en su habitación y ya está de regreso. — Por supuesto, pequeña. — digo agachándome y empezando a juntar todas sus figuritas, había algunas de Barbie y algunos dibujos animados que no conozco. — tienes muchas pegatinas. — Mamá me compró muchos para poner en mi álbum, pero algunos están repetidos, los voy a llevar al colegio y los intercambiaré con mis amigos. — dice emocionada mientras me ayudaba a recoger las pegatinas. Escucho unos pasos pero no le presto mucha atención, ayudo a Malu a sumarse
Eliza fitzy:A la mañana siguiente cuando nos despertamos, desayunamos y empacamos una bolsa con varias cosas por si Maya las necesitaba. Cuando todo estuvo listo tomamos el auto y nos dirigimos a la casa de Victoria, que ya estaba lista y con una Luna sonriente en brazos. - Buenos días niñas. - dice mi cuñada subiendo al auto. - Buenos días Vic. - digo arrancando el auto. - Buenos días amiga. - Escucho a Victoria hablando con Joana, los dos estaban en el asiento trasero, los bebes se miraron y sonrieron. - Buenos días mi abucheo. - dice Juana. - listo para que ordenemos la casa por estar al volante. - ¿No tienes miedo de que conduzca? - pregunta Victoria. - Un poco asustado. - dice Joana y ambas se ríen. - ¡Hola ustedes dos! - Hablo. - Soy un gran conductor, ¿vale? - Sí, un gran conductor. - dice Joana sonriendo. - Entonces ayer conocí a la hija de la vecina y es muy linda. - Hablo. - vino a darme una tarta de bienvenida. - ¿Grave? Que tierna. - dice Victoria
Eliza fitzy:Después de cargar todo en las cajas, algunas personas que contratamos nos ayudaron a llevarlos al camión de mudanzas. Había muchas cajas, todas con mis objetos personales, había cajas con libros y objetos de trabajo. Me despedí de mis hermanos y con mi auto seguí el camión de mudanzas hasta mi departamento más nuevo. Después de unas horas, finalmente todo estaba extendido en mi sala de estar, hoy no tocaré nada, mis cuñadas me ayudarán a ordenar mañana. Pero para evitar todas esas cajas en el camino, comencé a cargar algunas y a juntarlas todas para que no se esparcieran ni estorbaran en mi camino. Me recogí el cabello en un moño suelto, ya estaba cansada de levantar esas cajas, algunas pesaban mucho. Escucho el timbre y voy a abrir. Era una niña, parecía tener cinco años, era negra y tenía el cabello trenzado, era muy bonita. - Hola.- Le digo sonriéndole. - Hola, te traje este pastel de bienvenida. - dice entregándome una caja, la parte superior era transparent
Eliza fitzy:Unas pocas semanas después... Mi búsqueda de un nuevo apartamento continúa, ya visité algunos edificios y no quedé muy satisfecho con ellos, las estructuras o los apartamentos no eran de mi agrado, noté que los vecinos tampoco eran tan agradables. Aunque no paso mucho tiempo en mi apartamento debido a mis turnos largos, cuando estoy en casa necesito descansar, y en esos lugares me di cuenta de que descansar sería imposible. Así que continuaré con mis búsquedas. Eran las cuatro de la tarde cuando salí de otro de mis turnos, iba a ver otro de los apartamentos, este estaba un poco alejado de mi trabajo pero vi que era muy bien elogiado por la gente que se ha alojado ahí. , o que viven allí. Tomo mi auto y al llegar al lugar, me dirijo hacia la recepcionista que estaba hablando por teléfono, ella me pide que espere un poco y luego me mira sonriendo. - Señorita fitzy, buenas tardes, el administrador del edificio bajará para mostrarle toda la propiedad en persona. - ella
Eliza fitzy:En la mañana siguiente... Salí de la habitación y bajé las escaleras hacia la cocina, escuché varias voces, eran mis sobrinos. - Tía Eliza. - dice Helena sonriendo. - Hola mi muñequita. - digo caminando hacia ella y besando su cabello. Llego a los trillizos y recojo a Luna que está en brazos de mi hermano. Mi sobrina que ya tiene un año va vestida con un mameluco azul precioso. - La cosita azul de la tía. - digo besando su vientre y ella suelta una carcajada. - Tía, ¿dormiste aquí? - pregunta Dylan con curiosidad. - Sí, llegué de madrugada. - digo entregándole Luna a Marius y sentándome al lado de Victoria. - ¿Por qué viniste a dormir aquí? - ahora es el turno de Herry de preguntar, Ryan solo escucha. - Creo que ese es un tema para otro momento. - dice Victoria. - Tienes que ir a clase o llegarás tarde. Ellos asintieron y pronto se levantaron, los cuatro me dieron un beso en la mejilla y subieron a lavarse los dientes, luego regresaron con sus mochilas,
Último capítulo