A la mañana siguiente me levanté muy temprano y me preparé para ir a trabajar, como me daba pereza cocinar, decidí pasarme por una cafetería o snack bar a comer algo.
Cuando salí de mi apartamento encontré a Malu parado frente a mi puerta, recogiendo algunas de sus figuritas que estaban esparcidas por el suelo.
— Hola Malú. — digo al verla mirarme y sonreír.
— Hola tía, ¿puedes ayudarme a armarlo? — ella pregunta. — Mamá dijo que ya llegamos tarde, solo fue a buscar algo que olvidó en su habitación y ya está de regreso.
— Por supuesto, pequeña. — digo agachándome y empezando a juntar todas sus figuritas, había algunas de Barbie y algunos dibujos animados que no conozco. — tienes muchas pegatinas.
— Mamá me compró muchos para poner en mi álbum, pero algunos están repetidos, los voy a llevar al colegio y los intercambiaré con mis amigos. — dice emocionada mientras me ayudaba a recoger las pegatinas.
Escucho unos pasos pero no le presto mucha atención, ayudo a Malu a sumarse