Caos
El silencio cayó como una sombra en el pabellón cuando el martillero enano golpeó el suelo con su mazo para anunciar el último artículo de la noche. La expectación creció de inmediato y las miradas de los asistentes se aguzaron con curiosidad e interés. Ilya no apartó los ojos del círculo mágico en el centro de la sala, donde los objetos subastados aparecían como si fueran invocados por un hechizo.
- Y ahora, damas y caballeros, - anunció el enano, con una sonrisa astuta que dejó ver un destello de sus dientes amarillentos - hemos guardado lo mejor para el final. Un objeto de auténtico poder, un tesoro para cualquiera que desee equilibrar las fuerzas a su favor.
El círculo comenzó a brillar, pulsando con energía mágica y un vial pequeño, de vidrio oscuro y reflejos plateados, apareció en el aire,