147. Inevitablemente
Bajaron las escaleras en silencio, Lana tropezó ligeramente en un peldaño irregular y Eryx la estabilizó al instante, su mano libre rodeó su cintura por un segundo que pareció durar demasiado tiempo. Sus dedos rozaron la curva de su cadera, enviando chispas que la hicieron jadear suavemente.
Él no la soltó de inmediato, de hecho, su agarre se apretó atrayéndola un poco más cerca, lo suficiente para que sintiera el calor de su cuerpo contra el suyo.
—Eryx... —susurró Lana con la voz temblorosa empujando con sus manos su pecho necesitando que la soltara porque su agarre en ella la estaba descontrolando.
Intentó apartar la vista, pero sus ojos se encontraron haciéndole sentir una necesidad primitiva. La intensidad en su mirada la clavó en el lugar, haciendo que su aliento se acelerara.
Lana carraspeó tratando de recuperarse y seguir, mientras más pronto tuviera respuestas, más pronto volvería con él y tendrían que hablar de una vez por todas.
—Avancemos.
Eryx no dijo nada pero la obed