El secuestro de un O'Sullivan.
El teléfono sonó justo cuando estaba terminando de revisar los informes del mediodía. Lo ignoré al principio, enfocado en los detalles de una negociación que tenía que cerrar antes de la tarde, pero cuando concluí con ello me preparé para llamar a Agnes a mi oficina. Si estaba buscando enfrentarse a mí, lo lamentaría. Mi hija no estaba aquí en este momento y con lo que está pasando con los medios, no hay manera de que perdone que quiera dejar de jugar su papel.
—Señor, tenemos un problema. —Dijo Han apresurado en tanto entró. No siquiera tocó la puerta, de ser otra persona mi reacción habría sido diferente pero era mi hombre de confianza, a excepción de Arman, él era el único en que podía confiar plenamente. Y comprada a su usual actitud relajada y neutral, esta era una faceta que no había visto en él—. Es sobre la señora Agnes.
La pausa en su voz fue suficiente para encender cad gramo de ira en mi interior. Me levanté de inmediato, mientras el aire en la oficina se volvía asfixiante,