Llegó el día del funeral, me vestí con un elegante vestido negro y tacones negros. Me quedé mirándome en el espejo, tratando de ver si me veía diferente. Sabía que me sentía diferente, me sentía vacía. Mis amigos habían hecho todo lo posible por ayudarme, pero ¿Cómo se suponía que iban a reemplazar una parte que me falta? Perdí a mi madre, y encima era mi culpa. ¿Cómo se sanaba algo así?
Liam apareció detrás de mí, lo observé en el espejo. Llevaba un elegante traje negro, con corbata roja y zapatos de vestir negros. Nunca lo había visto tan formal, ni siquiera en el baile de graduación. Me gustaría decir que me gustaba, pero la razón por la que estaba vestido así me revolvía el estómago. No dijo nada, solo estudió mi rostro en el reflejo.
Su mamá nos gritó desde abajo que era hora de irnos. Liam me tomó de la mano y la besó lentamente, sin dejar de mirarme, luego me condujo hasta la puerta principal. Sabía que estaba preocupado por mí, y por el hecho de que no estaba hablando, pero na