Liam me llevó fuera de la casa y empezó a guiarme hacia la suya. No entendía nada de lo que estábamos haciendo. ¿Para qué necesitábamos ropa vieja si solo iríamos a su casa?

Decidí simplemente dejarme llevar y lo seguí sin hacer preguntas, hasta que pasó su casa de largo, luego pasamos el arroyo.

Cuando nos detuvimos, estaba parada frente al viejo túnel que él y yo habíamos encontrado cuando éramos niños, ese que atravesaba el pueblo. Lo miré confundida.

—¿Qué hacemos aquí? —Pregunté, sin comprender realmente.

Era un lugar muy extraño para llevar a alguien.

Él sonrió y empezó a arrastrarme hacia el interior del túnel.

Una sensación de miedo me invadió por completo. Supongo que aún no superaba del todo todo lo que me habían hecho, porque solté su mano apenas dimos unos pasos dentro y me quedé paralizada. Estaba segura de que el miedo se reflejaba en mi rostro, pero no podía evitarlo. ¿Habría un mejor lugar para matar a alguien y esconder el cuerpo? Lo dudaba. Ese túnel no se usaba