Sumergieron a Malak en una tina con sales y esencias, una joven comenzó a quitarle el esmalte de pies y manos, otra trabajó en su cabello, cortaron sus puntas y le pusieron un brebaje raro.
—Esto lo hidratará—explicó una de las empleadas.
Trajeron una bandeja con frutas que ayudarían a depurar su organismo, por una semana estuvo allí encerrada y alejada de todo contacto humano fuera del de las empleadas.
A la semana entró Him con una bata de seda y le dijo que se cambiara, la llevarían a otra habitación a darle tratamiento a su piel con barro, chocolate y cosas que ella no llegaba a comprender.
—¿Creías que las damas poderosas la tenían fácil?—dijo Him—ser bellas es un deber y un trabajo para todas ellas.
—¿Conoce a la señora Laila?
—La vi… Es de armas tomar y de carácter fuerte, no