21- PADRE SOLTERO. Una oportunidad.
Ana se quedó en la puerta un momento mientras escuchaba a Maxwell discutir con su amiga al otro lado.
— Por favor, dile a tus novios que nos vemos luego — le pidió el científico y Ámeli se rio.
— No te veía desnudo desde los veinte — bromeó ella — te pusiste muy bueno, lástima que no me gusten los hombres, aunque no creo que me entrara todo eso de todas formas.
— ¡Ámeli! — le gritó él y Ana se preguntó cómo es que esos dos podían ser amigos, eran tan distintos, mientras Ámeli era de mente muy muy abierta y morbosa, Maxwell era serio y cayado, aunque Ana no pudo negar que tambien le gustaba un poco el morbo, se le notaba.
— Ya, está bien, ¿Qué pasó? — le preguntó ella — cúbrete con mi bufanda.
— Estábamos discutiendo y… es una larga historia, pero nos salpicó un líquido corrosivo del laboratorio.
— ¿Están bien? — preguntó Ámeli con genuina preocupación y Maxwell bajó tanto la voz que Ana se tuvo que recostar bien en la puerta para escucharlo.
— Sí, nos metimos en la ducha, ya sab