Capítulo 54.
Beca siente que una gota de sudor va bajando e forma lenta y sentenciosa por su columna, burlándose de esa necesidad de eliminarla, estaba tensa, nerviosa y desesperada, su respiración había comenzado a acelerarse y de no ser humanos todos los de varios kilómetros a la redonda escucharían su corazón tamborileante.
En ese momento se le ocurre una idea.
— Mi hermano y yo veníamos a escapando…— comienza a hablar de forma automática al mismo tiempo que armaba una historia en su cabeza— de un ataque que se llevó a cabo en medio del bosque, nos estábamos moviendo para llevar la mercancía de nuestros padres, a otro pueblo, pero…— en ese momento ella se queda en silencio, baja la cabeza y toma la mano de Bruce para pedirle con un apretón de forma discreta, que se mantenga en silencio.
“Lo siento padres, amigos ancianos, pero… tengo que usar sus muertes para protegernos”
Beca pide perdón en silencio al alma de sus padres y al de los ermitaños que en este momento debían estar muertos en alguna