Capítulo 172.
Abrazados por la oscuridad y un brillo titilante que se colaba por la densidad de los pinos, Rafael se encuentra decidido a salvar a la dragona que tiene en sus brazos.
— No voy a dejarte ir de nuevo, jamás voy a rendirme contigo— susurra con una voz desesperada al mismo tiempo que coloca a Nimue en el suelo, con la estaca aún en su corazón destrozado y sin vida.
La piel de ella comienza a oscurecerse justo de la misma manera que cuando se pierde la magia en cualquier tipo de dragón, su corazón se apaga, perdiendo la esencia y cada una de las características que lo vuelven poderoso.
Rafael comienza a jadear, envuelto en desesperación, no puede verla desaparecer…
— No puedo tolerar que no te encuentres a mi lado.
En ese momento y sin pensar en las consecuencias, incluso cualquier precio que tuviera que pagar valdría la pena sólo por volver a ver sus ojos brillantes y llenos de vida.
Rafael observa a su alrededor, ya que va a hacer algo poco común y sobre todo prohibido, un solo error