Capítulo 133.
Entre más se acercaba esa mujer más claro quedaba que no tenía alma alguna a la cual apelar.
— No me importa qué es lo que hagas, no me importa qué es lo que hacías aquí ahora tú formas parte de mis enemigos…
— Pero ¿por qué?— cuestiona Samara impresionada ante la falta de capacidad por tener consideración o clemencia o incluso una sola razón para haberla atacado de manera tan cruel y poco controlada.
En ese momento, el par de ojos azules y vacíos de la mujer parecen atravesarla por completo.
— Simplemente no me gusta tu belleza — declara Leyra y le da un golpe en el rostro dejándola inconsciente en el suelo.
Leyra aprovecha este golpe para atravesar su rostro con un maná que congela las heridas justo después de hechas.
— Así si llegas a salvarte no te recuperarás jamás. — susurra ella.
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Envuelto en todo el caos que se desarrollaba de forma descontrolada Alfa Evan continúa corriendo al mismo tiempo que localiza de forma discreta entre la vegetación la figura difuminada d