Mundo ficciónIniciar sesiónEL PRÍNCIPE:
El hombre resopló, como si lo que estaba por decir fuese el mayor secreto que guardaba, algo que incluso entre ellos no habían dicho más que en susurros.
—¿Quién era? —preguntó Sirius al sentir mi impaciencia.—Era una hermosísima joven, de cabellos rojos y ojos dorados. Cuando llegamos, estaba siendo prácticamente devorada por una enorme serpiente. Sin pensarlo, Flair dio muerte al animal y llevó a la inconsciente chica en sus brazos hasta su casa. Le seguimos y nos escondimos como murciélagos dentro de ella. Fue la primera vez que entramos en su casa. La chica ardía de fiebre, y por mucho que tratamos de ayudarla a bajar su temperatura, no ocurría nada.La historia, en verdad, era interesante aunque no fuera la de mi Sol, que seguía escondida en mis alas escuchando con atención lo que contaban sus falsos padres, sin moverse p






