Mundo ficciónIniciar sesiónSOL:
El príncipe cierra los ojos y su respiración se ralentiza. Puedo percibir sus poderes comenzando a trabajar, ese latido profundo que nos conecta. Las energías que emanan de él son tan diferentes de las mías, y al mismo tiempo se entrelazan en un baile invisible.
—¡¿Qué?! ¿En serio existía este castillo de verdad? ¿Qué vamos a hacer ahora, Sirius? —pregunta Árni, sin que yo entienda nada.—¿De qué hablan, mi Árni? —los interrumpí.Árni se gira hacia mí y me toma las manos con una sonrisa. Luego giramos para ver a Sirius.—Mi Sol, cuando éramos jóvenes, nos gustaba ir a ver a los gitanos humanos en las ferias. Una de esas veces obligué a Sirius a entrar a ver a una adivinadora que decían que era muy buena y veía el futuro —sigue diciendo—. Quer&iac






