Nina:
Apenas he tocado las verduras cuando todos han terminado. Se disculpan poniéndose de pie y notificando que estarán en el salón. Anker asiente hasta que ya no hay nadie más en la mesa, solo él y yo.
—¿Por qué no has comido? —pestañeo varias veces y trago saliva mirando a mi plato aún con ensalada.
—No tengo mucha hambre, todo esto… —hace mala cara y pincha un trozo de carne.
—Quiero que comas bien, vas a enfermar —niego dejando el tenedor en el pequeño mantel.
—Solo es… lo que ha pasado —se pone de pie y camina hasta estar a mi lado, pide mi mano y al pasar la mirada por él me doy cuenta que lleva puesto un pantalón de tela negro y una camisa del mismo color, que deja al descubierto sus marcados brazos.
—Vamos —coloco la servilleta de tela en la mesa y me pongo de