Anker:
Salgo de la habitación completamente destrozado. Me recargo en el muro más cercano y comienzo a llorar, por Nina… por mi hijo.
—Anker… —escucho la voz de Bastiaan pero yo niego
—Vamos, tiene que servir de algo —caminamos en dirección a la celda de nuevo. Bajo las escaleras y puedo ver el pequeño rastro de sangre de Nina, no sé si era de su cabeza o…
—¿Lo libero? —asiento y abre la puerta de la celda
—Sal — digo con voz ronca, subimos de nuevo las escaleras hasta llegar al despacho y tomo asiento. Un fuerte dolor en el pecho me hace estremecer.
—Ve, búscala y encuéntrala, si no lo haces desaparece, o te mataré —Emercik me mira negando.
—No descansaré hasta encontrarla, es por eso que sugiero, nos unamos con los Kana, juntos podemos hundir a esos malditos &md