17
Viviano se detuvo frente a una pastelería, yo mire por la ventana y allí estaban Analía con su dichoso primo.
— Nos van a demandar por esto, ¿sabes lo vergonzoso que será? — Me preguntó de mal humor.
— Relájate Daddy — Le contesté.
— Dime de nuevo así y te saco de una patada de mi coche — Me amenazó.
— ¡Lo siento! — Le dije, pero yo quería reírme, Viviano estaba frunciendo de más su ceño.
— Ve al callejón, así disimulamos más — Le sugerí.
Él arranco el coche de mala gana y después se estacionó en el callejón.
— Esto es ridículo, y una perdida de tiempo — Me dijo Viviano de mal humor.
— Es por tu mejor amigo, deberías ser más empático —
Viviano me miró y después miró a la calle.
— Lo soy, pero en ocasiones me gusta ser egoísta, y lo único que yo quiero en estos momentos es llevarte a casa, tirarte en la cama y cogerte todo lo que resta del día — Me dijo él en tono serio.
Yo sonreí ampliamente, también quería hacerlo con él, de hecho ese era mi mayor sueño, pero no podía dejar pasar