El avión aterrizó sin problemas en Italia, yo estaba un poco nerviosa por conocer a su familia, tenía tantas inseguridades, era más que obvio que yo no era del nivel social de Mariano, y tener a su familia cerca era algo que me tenía de los nervios.
Mariano me ayudó con las maletas mientras yo llevaba en brazos a los perros.
— ¿Y si no les gusto a tu familia? — Le pregunté.
Mariano volteo a verme y me sonrió.
— Pues no lo sé, tal vez los dejé y me escape contigo para vivir en una pequeña casa con nuestros futuros 6 hijos, aunque no estoy seguro si quiero que sean más —
¿Se podía ser más lindo y perfecto? Yo creo que no.
— Hablo enserio, ¿que tal no le agrade a tu madre? — El se rió.
— No te preocupes por eso, ahora vamos que llegaremos tarde — Yo camine rápido para alcanzarlo.
— ¿Nos quedaremos dónde? — Le pregunté.
Mariano volteo a verme.
— bebé relájate, que si no te gusta mi familia nos regresamos —
¡Yo no quería eso! Ojalá y todos sean tan lindos como él.
*
Cuando llegamos, a nues