Me senté al lado de Viviano, Mariano se sentó frente a nosotros, y estaba mirando a Viviano con una cara!
— ¿Cuando te vas a largar Viviano? — Le pregunto Mariano, yo puse los ojos en blanco y me levanté del sofá.
— ¿Quieres algo de tomar? — Le pregunté a Viviano.
— Él no quiere nada, lo que tiene que hacer es largarse de mi casa! —
Que estresante era esto!
— Un vaso con agua — Yo le sonreí y fui a la cocina a por el vaso con agua.
Regrese y le entregué el vaso a Viviano, me volví a sentar a su lado, y le sonreí para aliviar un poco la tensión que estaba en el ambiente.
— Tomate el agua rápido y lárgate —
Viviano le dió un pequeño sorbo al vaso y después sonrió.
— ¿Como estás hermanito? — Le pregunto Viviano a Mariano, era obvio que estaba molestandolo.
¡Esto era tan ridículo! ambos parecían niños peleando, su madre debió sufrir muchísimo con ellos, ¡los tres están locos!
— Lárgate Viviano, no eres bienvenido en mi casa — Le dijo Mariano de mala manera.
Me recosté en el sofá y mire al