Capítulo 45. Una videollamada molesta
Después de estos pensamientos, él estaba a punto de decirle la hora en que se irían, cuando escuchó que ella le decía:
—Señor, ¿y a qué hora nos iríamos para tener todo listo?
Felipe ya le iba a responder, cuando el teléfono de Mariana comenzó a sonar. Ella miró la pantalla y, al ver que era una videollamada, la rechazó de inmediato, con disgusto en la mirada.
Sin embargo, no esperaba que del otro lado fueran tan insistentes. Aún no había terminado de colgar, cuando ya la estaban llamando nuevamente.
Felipe la miró mientras le decía:
—Contesta, puede ser algo importante.
Ella le devolvió la mirada, con vergüenza, y respondió:
—Lo siento, señor, pero no es tan importante como para interrumpirlo.
Mariana no había terminado de decir esas palabras, cuando el teléfono volvió a sonar. Esta vez, ya estaba visiblemente disgustada con esa persona.
Felipe, que ya se había acercado bastante a ella, pudo ver que la persona que la llamaba no era otra que su propio hijo. Estuvo a punto de soltar un