Capítulo 110. Rompiendo el récord de mentir
Martha apenas vio que Mariana había entrado, se levantó de su cama donde estaba sentada, esperándola y le decía: te estaba esperando, ya que últimamente no hemos hablado como lo hacíamos antes de acostarnos. ¿Lo recuerdas?
Mariana asintió con la cabeza, Martha volvió a hablar y dijo gracias Anna y la abrazó con fuerza.
Mariana le devolvió el abrazo, pero no entendía de dónde venían esas gracias, tanto así que le tocó preguntarle: ¿y porque me estás agradeciendo ahora?
Martha le respondió: por qué desde que tú me das el vaso con leche, todas las noches duermo tan profundo que no sé ni a qué horas te acuestas tú y al otro día me levanto bien relajada.
Mariana tosió un poco incómoda porque ella sabía el porqué dormía tanto, después dijo: no hay problema e inmediatamente le preguntó: ¿Y hoy no quieres el vaso con leche de nuevo?
Martha negó con la cabeza, mientras le decía: hoy quiero quedarme conversando contigo hasta tarde, así que ese vaso de leche me lo tomaré después.
Mariana se habí