Brando, al escuchar aquellas palabras dichas por el alfa Efrén, solo apretaba los puños con fuerza, imaginando si lo mataran y le contaran estas palabras a su compañera, cómo se sentiría ella al saber que sin querer lo ayudó a matarlo, él estaba seguro que ella sería capaz de quitarse la vida. Por eso se juró que no permitiría que nada malo le sucediera. Perdido en sus pensamientos, escuchó a la bruja decir: —Si no quieres hacer sufrir a tu pareja, será mejor que te entregues a mí; de lo contrario, doy la orden de que te maten. Puesto que alfa Efrén solo te ha mantenido con vida hasta ahora, porque hizo un trato de sangre conmigo, así que, si no te entregas a mí, yo misma daré la orden para que te entierren junto a todos tus lobos.

Brando, en vez de hacerle casos a las palabras de Anastasia, miró al vampiro, el cual estaba que ya no daba más, y le dijo: —Será mejor que recargues tu energía, porque te necesito conmigo para destruir a todos estos idiotas. —Entonces se hizo un corte en l