Capítulo 51. La aniquilación total
Bianca estuvo de acuerdo con él, pues, aunque en esos pueblos había muchas tiendas de moda, quería algo más acorde con su estilo. Así que le dijo:
—Está bien, pero solo una semana, porque no pienso dejarte solo más de eso.
E inmediatamente pensó: darle oportunidad a que alguna loba codicie a mi hombre lobo… eso sí que no.
Brando, sabiendo perfectamente qué era lo que la preocupaba, le respondió de inmediato:
—No te preocupes, ya sabes que nosotros, los hombres lobo, cuando encontramos a nuestra pareja destinada, no miramos a ninguna otra mujer. Además, ya te marqué; para un lobo, su compañera es la única en su mundo, y no hay ni habrá nadie más después de su marca.
Bianca se tranquilizó por ese lado; sin embargo, le advirtió que, sin importar lo que pasara, regresaría en una semana. Así que tenía ese tiempo para solucionar sus asuntos en la manada, porque en siete días estaría de vuelta.
Abril, por su parte, sabía que algo andaba mal, así que le preguntó:
—Entonces, ¿para cuándo quie