Capítulo 41. Receptáculos para los demonios
Brando, al escuchar que habían ofrecido a su compañera como sacrificio a un demonio, dio un fuerte manotazo contra la pared y de inmediato exclamó.
—¡Eso sí que no lo permitiré!
El golpe fue tan violento que abrió un hueco en la pared y sus nudillos comenzaron a sangrar.
El rey mago intentó calmarlo, diciéndole.
—Tranquilo, aún no sabemos si realmente fue eso lo que ofrecieron. Además, tú ya la marcaste, y la conexión entre ustedes dos es difícil de romper, a menos que dejen de compenetrarse por un tiempo. Al pensar en esto, se imaginó que lo que querían era llevársela para impedir que siguieran alimentando ese hilo que los une desde que nacieron. Así sería más fácil entregarla a Satán como sacrificio, pensando de este modo, dijo: sabemos que al demonio le atrae todo lo relacionado con los dioses y Bianca es una descendiente directa de la Diosa Luna.
—Enseguida añadió: lo que toca hacer ahora es hacerse uno solo por completo y así evitar cualquier acuerdo que haya hecho aquella bruja