Capítulo 30. Cortar sus lazos de pareja
Esa vez Brando no lo había creído, porque aparte de la comida que le daba su dueña, no probaba nada más. Lo único diferente fue su sangre; ya que, al probarla, sintió algo extraño, como si en cualquier momento pudiera volver a ser él mismo. En aquel instante, no le prestó mucha atención, pensando que solo era un simple deseo de volver a ser de nuevo quien era antes de ser hechizado. Sin embargo, se dio cuenta de que no era así, pues la última vez que la mordió para marcarla notó que su ser se volvía mucho más fuerte que antes, como si su fuerza se hubiera fortalecido de un momento a otro.
Pensando en esto, de inmediato miró al Rey Mago y le dijo:
—Lo que me estás queriendo decir… ¿Es que Bianca, por sí sola, es capaz de dar vida a cualquier cosa o ser?
—Así es —respondió el Rey Mago—. Ahora ya sabemos por qué el color de su sangre es único en este mundo. Y eso no es todo, ya que ella es la tercera niña de la profecía que nos prometió la Diosa Luna. Por eso mismo, hizo que su propia hi