Brando, en ese momento, se sorprendió mucho al escuchar aquella pregunta y, de inmediato, pensó que quizá ella ya lo recordaba. Esa sola idea lo hizo retroceder unos pasos, temiendo que Bianca lo repudiara por lo que le había hecho en el pasado.

Sin embargo, alcanzó a oírla murmurar:

—¿Por qué, si no, que explicas que mi bisabuelo te haya protegido parte de tu mente con nuestro mismo patrón?

Bianca, al percatarse de que había dicho sus pensamientos en voz alta, reaccionó de inmediato y le dijo:

—No escuchaste lo que acabo de decir, ¿cierto?

Al ver que Brando no respondía nada, añadió con cierta torpeza:

—Bueno, no me hagas caso, a veces digo cosas que no tienen sentido.

Ella estaba convencida de que, al ser humano, Brando no entendería lo que había querido decir, y mejor que fuera así, pues no tenía por qué explicarle nada.

Por su parte, Brando comprendió perfectamente a qué se refería y por qué quería saber quién era él en realidad. Eso lo tranquilizó un poco, pues recordaba lo que l