Sentía que todo esto no era real y sin embargo, era ingenua al pensar en ello.
—Yo no tengo ningún poder Lía, soy, una humana— solté. Las palabras habían calado en mi garganta obligándome a bajar la cabeza.
—Te equívocas— dijeron ambos. Los miré con vergüenza al no poder hacer nada para ayudarlos.
— Eres más que una humana, eres nuestra Luna, eres la mujer más importante de nuestra especie, simplemente tú—. Simplemente yo...
Christopher:
—Eres un traidor, un hombre despreciable, no mereces nada de lo que has conseguido. Porque lo has echo a base de muerte— gruñí internamente.
—Sí tienes razón, y no tengo ni una pizca de resentimiento— apret&e