Ya sola, me siento ante el tocador y abro la caja negra que trajo Jackson. Acordamos asistir a la ceremonia ya con los anillos que nos compramos. Se me escapa un suspiro al ver el anillo dentro. Me lo pongo, con la vista nublada por las lágrimas un instante, hasta que cierro los ojos y las contengo. Entonces, admiro el anillo en mi dedo. Semiabierto por delante, rodea el dorso de mi dedo hasta terminar en un diamante a la izquierda. A la derecha, el oro blanco se divide en bandas para terminar en un diamante encima y otro debajo del central del otro lado. Perfecto para representarnos.
Respiro hondo y me levanto, lista para irme cuando Heather entra a decirme que es el momento. Siguiéndola por las diferentes salas del jardín botánico, me sorprende que Heather haya podido conseguir este lugar con tan poca antelación. Lo único que dije que quería específicamente era un jardín. Un jardín hermoso. Me consiguió un edificio lleno de ellos. Como ha estado lloviendo toda la semana, no podemos