Emilio llevó a su familia a pasear por la ciudad, comieron en los mejores restaurantes, pasearon por algunas galerías de arte y al final fueron de compras a las tiendas de marca más exclusivas, nada era suficiente para darles a su mujer y su hijo para el Ceo Mendoza
Emilio deja de consentir nos tanto, nos vas a malcriar. - Alejandrina estaba feliz de ver cómo Emilio se desvivía por hacerlos felices a ella y a su pequeño Terrence, aunque no le gustaba que su esposo gastara tanto dinero
El dinero no es problema para mí, Alejandrina, puedo permitirme consentir a mi esposa y a mi hijo sin problema alguno, además no los estoy malcriando, éste es el estilo de vida que llevo y que ustedes deben llevar junto conmigo
Vaya, si que disfrutas vivir bien, ¿podría dejar de ser tan presuntuoso señor Mendoza?
No, no puedo señora de Mendoza, así es mi vida y así e vivido siempre, así mismo vivirá nuestro hijo
En la mansión Mendoza Regina Galia se preguntaba que tanto hacía Emilio con esa mujer y su