30. LOS AMIGOS.
Kikky despertó lentamente, su mente aún nublada por el shock y la incredulidad. Estaba en una cama de hospital, con las luces blancas y el olor a desinfectante. Abrió los ojos y vio a Julián sentado a su lado, con un rostro lleno de preocupación. Sin previo aviso, su mano voló y le dio una bofetada.
— ¡¿Cómo pudiste engañarme así?! — Gritó con sus ojos llenos de lágrimas, pero al mismo tiempo inyectados en odio y rabia, se sentía tonta y burlada.
— Kikky, déjame explicarte — Julián comenzó, pero fue interrumpido por Josh que entraba en la habitación.
— ¡No tienes derecho a explicarle nada! — exclamó Josh furiosamente —. La hiciste pasar por un infierno, Julián. ¡Pensó que estabas muerto!
Julián bajó la cabeza, sabiendo que las palabras de Josh eran ciertas y que merecía ese reproche.
— Fue necesario, Josh. Lo hice para protegerlas a ella y a Tamy. El padre de Victoria sabía exactamente de cada uno de mis pasos y tenía que hacerlo salir de su ratonera...
— ¡Llegó a ellas! ¡Las pusiste e