- ¿Quieres que German sea normal? -Por favor, tiene 17 años Graham. ¿Qué esperas de él? -Que sea el mejor, no por nada le estoy pagando esa escuela tan cara. -Sabes que, eres imposible no se puede razonar contigo y estoy harta así que señor presidente. -Tome demasiado aire y lo solté. -Renunció. -Que bien se siente eso. -No puedes renunciar por esto, ni siquiera se trata de tu trabajo. -Exacto, pero tú lo has hecho mi trabajo pidiendo que fuera a sus juntas, que sea tu presencia en cada juego así que tú lo has hecho mi asunto. Y no soporto ver como tratas así a tu hijo, Renunció. -No te lo pienso permitir. -Obsérvame. -Dejé mi agenda en su escritorio y salí de su oficina, entre a la mía solo por mi bolso, no saben que coraje traigo atorado en la garganta. Ahí están, las enormes puertas hacia mi líber... -Discúlpeme señora Robledo, pero tengo ordenes de llevarla a la fuerza de regreso. -Me tocas y te mueres. Ya estoy de nuevo en el despacho de Graham, este idiota lo pagará. -La madre de German murió cuando nació, no sé cómo ser padre y dirigir una empresa a la vez. -Eso me queda claro. -Cásate conmigo y se esa madre que Germán necesita. -Estás loco, búscate a alguien más. -Piensa en Sofía, tendrá la mejor escuela y pagaré su universidad. -Desgraciado, sabe cómo hacerme ceder. -Puedo arreglármelas sola, y como dije, busca a alguien más.
Ler maisMi nombre es Ruby Robledo y soy madre soltera de una jovencita de 16 años. Me gano la vida siendo la solución a los problemas de Graham Cooper y su enorme empresa, Cooper Corp. Literal, soy su salvación en todo, incluso en su vida familiar y personal.
Como ya había mencionado, me encargo de la vida académica de su único hijo German Cooper. Es un atleta nato y sus notas no son tan increíbles, pero lo compensa siendo un chico dulce y muy caballeroso. En cambio, ver las notas de excelencia de Sofía me hacen reconsiderar la propuesta de Graham. Por ella sola gano la beca en la universidad local, pero sé que está apta para mucho más, Stanford es una de ellas.
—¿Mamá iré a la biblioteca, me das dinero para rentar una computadora?
—¿No encendió de nuevo? —Negó. —Te juro que estoy ahorrando para una. —Me iré al infierno, es mentira.
—Lo sé, tranquila no hay prisa. —Tome mi billetera y no traigo efectivo.
—Vamos a la oficina, ahí podrás usar la mía.
—Iré por mis cosas. —Dios me premio con una hija que no merezco. —¿Llevamos lo otro? —Negué, no es un buen momento.
Ha sido muy duro para ella mudarse, cambiar de escuela y ahora batallar por necesidades básicas. Pero salirme de la casa de mis padres era fundamental y vivir en la gran manzana no es barato.
—Lista. —Pedí un auto a la oficina y llego de inmediato. Orden de Graham, al menos no tengo que preocuparme por el transporte. —Mama, German está aquí. ¡Dios mío santo! ¿Quién gano? —Casi me da un ataque al verlo llegar con un ojo morado y su ceja inflamada.
—Tu padre dijo que no era nada de qué preocuparse. —Ya sabía que se había peleado, de hecho, fue el motivo de nuestra discusión y de mi renuncia fallida.
—¿Puedes ayudarme? No quiero que se vea esto mañana en la escuela.
—Sofía trae las verduras congeladas de la nevera. —Lo senté en un banco de la cocina y mala idea está más alto que yo. —¿De nuevo fue el idiota de Travis?
—Si, estrelló un banco en el vidrio de mi auto. Cuando le reclame se puso agresivo y me golpeó.
—¡Pero se lo regresaste! —Mire al a Sofía.
—Esta en el hospital ahora. — ¿QUE?
—¡COOL!
—Sofía no es COOL, iremos ahora mismo a hablar con el director.
Sofía.
Mamá es como la madre de German, si no fuera por ella, este chico no tendría amor.
Subimos al auto de German el cual adoro, es un charger y esta dañado. Mataré a ese idiota por meterse con mi auto.
—¿Puedo conducir? —Germán me entrego las llaves, pero mamá me las quito.
—Licencia señorita. —La odio.
—Sigue extraviada. —Odio mi vida, subí al auto y tome la portátil de German, ni siquiera debo pedirla, ya que él siempre dice que todo lo suyo es mío.
—Tienes muchos pendientes.
—Si, algunos.
—Puedes quedártela, estaré suspendido una semana. —Ha intentado regalármela tantas veces me es feo decirle que no. —La ocupará más que yo.
—Prestada.
—Como quieras. —Mamá llamó a don gruñón para que se vean en la escuela y ya está ahí.
—Llevaremos el auto al taller. —Le pedí a uno de sus hombres que se llevara el auto.
—¿Es enserio? —Está furiosa. Me sorprende que mi madre le pueda gritar así a su jefe. —Vez a tu hijo golpeado y lo único que dices es que van a reparar el auto.
—Ya lo reviso el médico de la empresa, está bien.
—Exigiremos que Travis sea expulsado y que pague los daños, ¿Entendido?
—Está bien. —Diablos, mamá sí que sabe cómo doblegar a un hombre y eso que ni siquiera es su esposo. Bueno ni siquiera me puedo imagino a estos dos casados. —Hola Sofía.
—Don Gruñón. —Mira sorprendido a mamá.
—Tú te lo ganaste ya que siempre que te ve estas gritando.
—¿Así me llamaras después de que tu madre y yo nos casemos? —¡QUE!
—¡GENIAL!
—No es genial grandote ¿Te vas a casar?
—No me voy a casar. —Dijo mi madre desesperada.
—Por ahora, pero en un mes sí.
—Graham cierra la boca. —Lo hizo. —Ustedes dos adentro, ahora.
Mamá y Graham entraron a la oficina solos, solo se escucha mi madre decir: cierra la boca Graham.
—¿No te agrada que nuestros padres se casen?
—No te ofendas, pero no quiero un padre como don Gruñón.
—No te ofendas, pero yo si quiero una madre como Ruby. —Lo mire sonriente.
—Lo sé, y ya lo es. Ve donde está ahorita.
—Es la única que le habla así a mi papá, siempre se hace lo que tu mamá dice. —No pude evitar reírme, pero es verdad. Desde que mamá entró a esa empresa se hace lo que ella dice, es la que defiende a morir a German y don Gruñón no dice nada al respeto. —Yo siempre he pensado que mi padre está enamorado de ella, de su fortaleza de madre y como lucha por salir adelante cada día. —Puede ser. —Yo la admiro.
—Igual que yo.
—Hora de irnos.
—¿Me van a expulsar? —Por favor que no, por favor que no.
—No, pero tampoco Travis. —Dijo mi madre. —Pero si pagará los daños del auto.
—Tendrás que limpiar los sábados después del partido. —Oh diablos. —Por un mes. —Pobre.
—Lo siento grandote.
—Puedo con eso tranquila. —Al salir todos subimos al auto de don Gruñón para ir a nuestra casa.
Ruby
Estoy furiosa, no expulsaron a ese idiota. Seguirá molestando a German, esa escuela es horrible pero increíblemente prestigiosa, reconocida y costosa.
—¿Puedo quedarme esta noche? No quiero estar a solas hoy. —Y se bien por qué.
—Claro que sí, aún está aquí tu pijama y la ropa de repuesto. —No es la primera vez que lo hace. —Entren, tengo que hablar con Graham a solas.
—Lo hicieron.—¿Ahora que hice?
—¿Tienes mi agenda?
—Si, está en el auto.
—Revísala y cuando te des cuenta intenta arreglar tu metidita de pata. —Lo deje solo, al entrar ya está Sofía lista en la cocina con las velas encendidas.
—Está en la habitación ¿Lo hacemos ahora?
Entramos a su habitación cantando las mañanitas, se sorprendió tanto de ver que alguien si recordó su cumpleaños.
Sofia. Ninguna de las dos quiere volver a casa, que la hermana menor de papá esté en la ciudad no es bueno para nadie y menos después de lo que hizo. Travis y Germán se salvaron de esta incómoda situación con el entrenamiento, pero nosotras. —Sabes, nuestra casa es muy muy linda. La extraño. —Tarde o temprano tendremos que enfrentarla Sofía. Es tu tía y mi cuñada. —Si, no cuentes con que la llame así. O siquiera que la trate bien. —Lo harás, por Graham. —Me mira molesta. Sabe que si me lo pide por el hago cualquier cosa. —Bien, pero solo un comentario, solo uno y... —La dejas, solo estará unos días en lo que la investigación se lleva a cabo. Furiosa baje del auto, sabe que no la tolero, nadie la tolera. Es peor que un grano en el trasero. —Hola Cariño. —Me saludo papá en cuanto llegue. —¿Que tal la escuela? —Es la escuela. —Me limite a decir. —¿Y los chicos? Travis y tu no se despegan. —Tienen entrenamiento y yo mucha tarea, así que. —No espera, ven. —Me tomo de la mano
Sofía. A pesar de que Travis a bebido más que yo siento que la ebria soy yo. Lo lleve hasta su habitación, todo el camino fue el quien evitó que chocará con todo y eso que me quite las botas hace rato. —Servido joven, esta es su habitación. —Muchas gracias señorita, pero me da miedo entrar. —Lo mire raro. —German ebrio, una sola habitación, todos estarán casi muertos, yo seré el que si muera hoy. —Ya lo está aceptando, te llamo ¿no? —Si, diciéndome que un tipo coqueteaba con mi chica. —Buen punto. —Tenía que venir a defender lo que es mío. —No tienes necesidad, porque para que te quiera lejos o te cambie va a estar muuuuy difícil. Me fui como gorda en tobogán. —Le arrancó una sonrisa enorme. —Yo también. Sabes que cuando te conocí y me estampaste ese plato con crema de afeitar en la cara estaba lleno de rabia, quería cobrármela en ese instante, pero tu sonrisa me idiotizo. Necesitaba salir de ahí lo antes posible, sentía que no podía ni moverme. Lo único que logré hacer es amen
Rubí.Apenas termine de bailar con Poncho y Graham me llevo hasta una mesa donde están sentados German y Jaime.- ¿Dónde están Travis y Sofia? -Pregunto Graham.-Acabándose el bar. -German los señalo, Sofia se ve tan feliz.- ¿Y ustedes porque están de agua fiestas? hay muchos chicos y chicas lindos a quien invitar a bailar.-Y lo hicieron, pero esa niña no puede bailar con nadie que no sea papá o yo. Ya bebió demasiado y no confió en nadie de aquí. -Graham solo negó molesto y se llevó a Jaime a la pista.-Me bebí una piña colada sin alcohol. -Le grito.- ¿Porque no aceptas que te gusta esa chica?-Porque no me gusta mamá, es la mejor amiga de Sofia y a ambas las veo como hermanas.-Te conozco. -Solo viro los ojos. -No te es
Rubi. La misa fue de lo más hermosa del mundo, aún recuerdo la mía con Carlos. Fue más que perfecta para mí en ese momento. - ¿Bella dama me permite esta pieza? -Poncho saco a bailar a Sofia, el en verdad adora a mi hija y aun no puedo creer que me dijera que el la reconocía legalmente. Ha sido ese mejor amigo que todas quieren, sabe escuchar y siempre está ahí. Su ex esposa nos separó un poco, pero al conocer a Sofia ambos se enamoraron de ella. se separaron y bueno, ahora solo es el. -Hermanita, me permites. -AL girarme y ver a Pablo me volví loca, el no pude venir a México. - ¿Qué haces aquí? Pueden verte. -Tranquila, tengo comprado tiempo. -No me gusta esto. -Tengo dos horas para volver, así que mueve ese trasero y baila conmigo. -Lo hice, bailamos 4 canciones para cuando fue robado por mamá. - ¿Puedo? -Llego Poncho. acepte con gusto. -Sofia no deja de hablar de su padre, este tal Coop
Sofia El avión aterrizo en México, aun no puedo creer que regrese a este lugar. Ni siquiera se cuanto lo extrañe hasta que vi la sierra. -¿Donde estamos? -Amiga, te presento Chihuahua. -Deja ver si entendí, tu padre es neoyorkino, naciste en Italia y tienes descendencias Latinas. -Asentí.- ¿Y te sentías intimidada por mi? -Si, ahora que lo pienso bien amiga, abra que conseguirte un lindo Mexicano. -Rubi.-Mi amiga miro a mi madre. -¿Si cariño? -¿Piensa registrar
Sofia. El juego está super reñido y el idiota de Germán no aparece. ¿Dónde malditas esta?Travis me pregunta con la mirada por él y me estoy volviendo loca, América está aquí y él ni sus luces. —¿Ya llamaste a tu padre? —Si, igual lo está buscando. Llamada entrante de Jaime. Lo encontré. Esta tirado en el patio de tu casa ahogado en alcohol. No lo dejes solo. Tranquila, aquí yo cuido que no muera con su propio vómito. Gracias. Sofía, le dijo que volvería con Travis. Cuídalo. Mamá va para allá. Claro Fin de llamada de Jaime. —Prométeme que puedo dejarte sola y no le arrancaras las extensiones a esa. —Puedes dejarme sola porque si voy a arrancarle las extensiones a esa perra. —Bien, no pases el límite. —Hecho. —Se fue.
Último capítulo