Rubí.
Apenas termine de bailar con Poncho y Graham me llevo hasta una mesa donde están sentados German y Jaime.
- ¿Dónde están Travis y Sofia? -Pregunto Graham.
-Acabándose el bar. -German los señalo, Sofia se ve tan feliz.
- ¿Y ustedes porque están de agua fiestas? hay muchos chicos y chicas lindos a quien invitar a bailar.
-Y lo hicieron, pero esa niña no puede bailar con nadie que no sea papá o yo. Ya bebió demasiado y no confió en nadie de aquí. -Graham solo negó molesto y se llevó a Jaime a la pista.
-Me bebí una piña colada sin alcohol. -Le grito.
- ¿Porque no aceptas que te gusta esa chica?
-Porque no me gusta mamá, es la mejor amiga de Sofia y a ambas las veo como hermanas.
-Te conozco. -Solo viro los ojos. -No te es
Sofía. A pesar de que Travis a bebido más que yo siento que la ebria soy yo. Lo lleve hasta su habitación, todo el camino fue el quien evitó que chocará con todo y eso que me quite las botas hace rato. —Servido joven, esta es su habitación. —Muchas gracias señorita, pero me da miedo entrar. —Lo mire raro. —German ebrio, una sola habitación, todos estarán casi muertos, yo seré el que si muera hoy. —Ya lo está aceptando, te llamo ¿no? —Si, diciéndome que un tipo coqueteaba con mi chica. —Buen punto. —Tenía que venir a defender lo que es mío. —No tienes necesidad, porque para que te quiera lejos o te cambie va a estar muuuuy difícil. Me fui como gorda en tobogán. —Le arrancó una sonrisa enorme. —Yo también. Sabes que cuando te conocí y me estampaste ese plato con crema de afeitar en la cara estaba lleno de rabia, quería cobrármela en ese instante, pero tu sonrisa me idiotizo. Necesitaba salir de ahí lo antes posible, sentía que no podía ni moverme. Lo único que logré hacer es amen
Sofia. Ninguna de las dos quiere volver a casa, que la hermana menor de papá esté en la ciudad no es bueno para nadie y menos después de lo que hizo. Travis y Germán se salvaron de esta incómoda situación con el entrenamiento, pero nosotras. —Sabes, nuestra casa es muy muy linda. La extraño. —Tarde o temprano tendremos que enfrentarla Sofía. Es tu tía y mi cuñada. —Si, no cuentes con que la llame así. O siquiera que la trate bien. —Lo harás, por Graham. —Me mira molesta. Sabe que si me lo pide por el hago cualquier cosa. —Bien, pero solo un comentario, solo uno y... —La dejas, solo estará unos días en lo que la investigación se lleva a cabo. Furiosa baje del auto, sabe que no la tolero, nadie la tolera. Es peor que un grano en el trasero. —Hola Cariño. —Me saludo papá en cuanto llegue. —¿Que tal la escuela? —Es la escuela. —Me limite a decir. —¿Y los chicos? Travis y tu no se despegan. —Tienen entrenamiento y yo mucha tarea, así que. —No espera, ven. —Me tomo de la mano