CAPÍTULO 34.
Marcos Vacille
TODAVÍA TENGO QUE COMPROBAR SI TÚ ME CAUSAS EFECTOS.
No sé cómo estaba soportando el deseo que me produce mi fiera gatita.
Ella me estaba provocando o tal vez sea yo que lo estoy imaginando, cualquiera de las dos no importaba, ya que me había desatado el autocontrol que llevaba.
Quiero tenerla entre mis brazos, que sea mía una vez más, hacer la grita, gemir de placer.
— ¡Dios! —dije jadeando contra su boca. — Me he estado controlando y tú provocas esto. Exclamé, sintiendo cómo la sangre bombea más rápido en mi corazón.
Ríe por lo bajito.
—Solo quería comprobar si todavía te causó efecto, - dijo divertida.
— A sí, ya verás— la adrenalina me impulsa a hacerlo sin pensar nada más.
Le dejé y un beso y seguido me levanté y ella, al pararse frente a mí, con mucho cuidado, la alzó en mi hombro como un saco de papa.
—¿Qué haces?—pregunta lo evidente—. ¡Estás loco?! Me acusa.
— Sí. Dije con firmeza mientras caminaba en dirección a mi carro.
Salí de aquella casa, t