Capítulo 209. Bajo el mismo amanecer.
Adrián Soler
La cabaña había quedado en silencio después de que Maximiliano cerrara la puerta.
El único sonido que persistía era el leve murmullo del viento colándose entre los árboles y la respiración pausada de Pandora.
El cansancio me pesaba como una piedra sobre los hombros, pero aun así no podía apartar la vista de ella.
No pude evitar evocar el pasado mientras observaba a Pandora dormir. Había pasado los últimos años creyendo que la gente me apreciaba, pero todo había resultado ser falso.
Por esa gente me sonreían por delante, me dirigían palabras lisonjeras, pero por detrás se burlaban y se expresaban mal de mí, por es quizás tenía mucho que no veía algo tan simple como eso: una mujer dormida, vulnerable, humana. Y eso, de algún modo, me desarmaba.
La fiebre le había bajado un poco gracias a los cuidados de Amy, pero seguía con el pulso débil. Le pasé una compresa nueva por la frente, cambiando la toalla húmeda que ya estaba tibia.
Su piel estaba ardiendo, y su respiración era