23. Demolición.
*Horas antes*
Cuando Marlene llegó a la oficina, se encontró con Agustín en su oficina. Preguntó por Rafael, pero Agustín prefirió no comentar nada salvo que el señor Montesinos no asistiría hoy a la oficina. Marlene no pudo verlo, y el malhumor sobrepasó cualquier emoción. No quería seguir las órdenes de Ramiro y su plan de usar a esa bruja la colocó incluso más de malhumor. Tuvo que fingir todo el día en el trabajo a la espera de algún cambio con la niñata ahora interés de Ramiro.
Cuando recibió una llamada en el mediodía de Erick, Marlene se paralizó. Inventó a Agustín que debía atender otras cosas y que estaría afuera un par de horas. Agustín no sospechó: Rafael siempre la tenía ocupada en varias cosas.
Cuando Marlene llegó de nuevo a la casa, de una vez se apresuró hacia la habitación. En el camino, justo en la entrada, Ramiro la detuvo.
—¿Qué crees que haces? —Marlene exigió con rabia.
—No arruinarás nuestro plan. Si vas a entrar será para volverte amiga de esa mujer, fingir que