Capítulo LXIII: Enfrentando al Problema...
Los caballos empiezan a andar a toda marcha, saliendo de Madrid para dirigirse a las aldeas cercanas a la capital, mientras en su habitación Aurora está atemorizada pues los custodios la están observando con ojos para nada discretos, y ella no sabe qué hacer…mientras que Fernando apenas contempla a Cecilia quien no le quita los ojos de encima y puede mirarlo con todo el desprecio del mundo…
-Oh, vamos su majestad debería empezar por verme de forma más afectuosa
-Nunca, me desgraciaste…¡nunca te veré con otros ojos!
-Eso dicen todas, pero ¿Qué crees? Soy buen amante mucho mejor que el imbécil de Isaac…
- ¡Cállate! – mientras sostiene a su niña que llora – ¡arruinaste mi vida! ¡¿y crees que te daré la posibilidad de ascender al trono?! ¡prefiero mil veces a Isaac antes que a ti!
Fernando queda en shock, así que se acerca a Cecilia y batalla con ella para quitarle a Cristina – ¡dame a la bastarda!
-¡Nunca, deja a mi hija! – soltándose el cabello
Y así Cecilia apuñala a Fernando en la man