LXV: Despedida...
-Cecilia ¿Qué harás?
-Nada, Carlos de Baleztena no es nada mío – mirando a Alejandro
-Ahora mismo iré a decirle a ese imbécil los deseos de la reina – dice Alejandro con una sonrisa burlona
Alejandro sale y se encuentra con Carlos, quien apenas observa a su sobrino acercarse a él, el hombre está expectante por saber la resolución de Cecilia, él quiere verla está sinceramente preocupado por ella, pero también sabe y reconoce que le ha hecho mucho daño a su pequeña…
-Don Carlos…
-Alejandro, mi hija…
-Doña Cecilia viuda de Belmonte, declaró que usted no es nada de ella – Carlos queda en shock
-Alejandro, por favor, quiero verlas…
-Usted tendría mucho poder si tan solo hubiera sido misericordioso con Cecilia, pero ¿Qué hizo cuando supo que ese par de cerdos la desgraciaron?
Carlos baja la cabeza y empieza a llorar, recordando el cómo se comportó con su hija, luego de saber que fue desgraciada…
-Por favor, no puedo vivir si mi hija, sin mis nietos…
-Esos niños no son nada suyo, Cecilia dir