XXII. FELIZ CUMPLEAÑOS... CASI

Pasaban diez minutos de las once del día cuando por fin el paisaje boscoso comenzó a desaparecer.

Yo estaba cansada y adolorida. Estaba segura de que, de doler, los cabellos me dolerían. Sólo quería salir de ese auto y poder estirar las piernas, estaba tan molesta que incluso mi mal humor comenzaba a ser más notorio que mi incomodidad.

—Te dije que seríamos capaces de llegar para desayunar —dijo Leo mientras sonreía descaradamente.

¿Realmente creía que su comentario era algo para alardear? Yo sólo veía la aparente tortura que me había hecho pasar.

—En verdad espero que esto sea tan maravilloso como dijiste —solté lanzándole una mirada de “muérete por favor”—, de otra forma, jamás te perdonaré haberme hecho levantar a las cinco de la mañana y cinco horas de suplicio en este autom&oacu

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo