XVIII. CONFESIONES

Habían pasado un par de minutos desde que Dan y yo entramos en la cocina, y por alguna razón él no decía nada, lo que me hizo sospechar que no era nada fácil lo que tenía que hablar conmigo.

No quise presionarlo, así que no dije nada. Aunque la verdad es que estaba esperando a que se arrepintiera de esa conversación; esperaba que no me dijera nada, que se disculpara y me dejara ir.

Desafortunadamente para ambos, la incómoda situación no hacía más que tornarse en más incomodidad con el paso de los segundos, el juego de miradas que había comenzado nos lo hacía saber.

Dan se paró frente a mí, yo ya me encontraba sentada en un banco del comedor de la cocina; lo miré, parecía bastante serio, bastante preocupado. No supe exactamente por qué, pero yo también me comencé a poner nerviosa.

No le quité los ojos de encima y mi rostro siguió impasible, pero mis manos comenzaron a juguetear con una naranja que había tomado del frutero que siempre se encontraba en e

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo