PEQUEÑA REBELDE. CAPÍTULO 48. Un juego diferente
PEQUEÑA REBELDE. CAPÍTULO 48. Un juego diferente
Y era una locura. Nadie tenía que decírselo, él ya se lo decía solito todos los días desde la primera vez que se le había restregado a aquella condenada sin saber ni siquiera quién era.
Pero podía hacer la reflexión más profunda en la historia de la humanidad y nada de eso iba a cambiar el hecho de que estaba temblando por ella, de que su piel parecía estallar allí donde la tocaba, y de que sentía como si cada uno de los instintos racionales de su cerebro se fueran apagando poco a poco hasta que solo quedaron esas sensaciones a flor de piel.
—Gabriella… —Por un momento se detuvo, mordiendo la línea suave de su cara y viendo la forma en que su cuerpo se arqueaba contra él—. A riesgo de que me mates…
—¡No me jodas!
—¿Estás segura de que quieres hacer esto conmigo?
Durante un segundo se perdió en aquellos ojos y la muchacha se mordió el labio inferior mientras un estremecimiento la recorría. Los dedos de aquel hombre colándose bajo el elás