Dicho esto, Andrea se sirvió una copa de vino, y todos levantaron sus copas.
— Primero, me alegra poder luchar junto a todos ustedes en el futuro. En realidad, llevo unos días trabajando aquí, pero por diversas razones, no había tenido tiempo de reunirme con todos para conocernos mejor.
— Segundo, me disculpo por familiarizarme con ustedes de esta manera hoy, interrumpiendo su trabajo. Les pido perdón nuevamente.
— Finalmente, les agradezco mucho por aceptarme. Brindo por ustedes, y espero que todos se diviertan y disfruten al máximo esta noche.
Al terminar sus palabras, Andrea fue la primera en vaciar su copa de un solo trago.
Luego, todos la vitorearon y bebieron también, dando inicio formal a la reunión.
El ambiente era excelente, nadie se sentía incómodo o cohibido por la presencia de Vicente, el jefe.
Andrea, sin embargo, estaba algo desacostumbrada a reuniones tan animadas con tanta gente.
Aunque disfrutaba de este ambiente, no sabía muy bien cómo integrarse.
Recordaba que antes